El evento... Triatlón-cross de Castillo de las Guardas, al norte de Sevilla. Organización sobresaliente por enésimo año consecutivo, desde luego de agradecer la notable atención a muchos detalles que hacen de esta prueba un verdadero atractivo para atletas populares y de nivel.
Un salida algo demorada por la caótica cámara de llamadas, con la que se trató de prevenir confusiones como la de la semana pasada en Rio y Minas.
Un a buena colocación inicial me garantizó un tranquilo tercer puesto al salir de los escasos 400 metros de natación, liderada por el cadete Nacho Campos. A penas pude abrir 1 minuto de margen con los dos favoritos del ADS, también contando con Gonzalo Orozco, que optó por retirarse de la prueba ya en la bici.
Salgo primero de T1 para afrontar la primera bajada rápida, cegado por el polvo que levantaba el quad que guiaba la prueba, la atravieso con precaución. Así como el más empinado descenso del cortafuegos que sucedía a la subida más prolongada de la carrera. Una fracción de minuto de margen respecto a Javi Iglesias, que marchaba segundo, me motivaban más a conservar mi integridad en las numerosas curvas rápidas de tierra suelta, lo que creo aceleró la caza de los hombres peligrosos que se acercaban por detrás.
Aproximadamente en el km 10 me alcanzan Carlos Martinez y Javi Macias, me decido a liderar la bajada por miedo a perder contacto con ellos si les dejo trazar a sus anchas. En la fuerte subida posterior, el potente ciclista de montaña y subcampeón de España de du-cross, Macías, decide jugar su baza y atacar... Yo no voy, le hago saber con mi actitud a Carlos, subcampeón de España de tri-cross hace a penas unas semanas, él tampoco, pero lidera la persecución y no le pierdo rueda. Llegamos a la zona de asfalto con unos 10 segundos perdidos. Sufriendo mucho en la arrancada después de cada curva, que trazaba algo falto de confianza y cediendo unos metros.
Es hora de descalzarse y Carlos, en un descuido, presiona la sensible maneta del freno delantero, lo que unido a la fuerte pendiente negativa le provoca una aparatosa caída que afortunadamente pude esquivar sin consecuencias. Desde mi cómoda posición a salvo de incidencias le doy ánimos.
El accidente fracciona la entrada en boxes, con Javi 10" por delante y Carlos unos 15" por detrás de mi.
Afronto la primera subida con mesura, sabedor de mi carencia ante el desnivel positivo, pero al iniciar la primera bajada me lanzo a por Javi, al que alcanzo antes del primer km. En las escasas zonas llanas puedo extender mi zancada y aumentar mi diferencia con los perseguidores. Una vez en el punto más bajo del circuito a pie sigo en cabeza con aparente margen, sin mirar atrás trato de canalizar toda mi fuerza adecuandola a la posición de subida. Los niños voluntarios en la organización de la prueba me transmiten su alegría y entusiasmo, se que la victoria no está lejos, pero aún queda otra fuerte subida que afrontar.
Última curva a izquierdas y alcanzo a ver a Carlos a muy pocos metros. Si consigo coronar emparejado la última colina en la bajada tengo ventaja, pienso. Pero mi energía restante únicamente me permitió lanzar una decena de pasos, mientras Carlos me adelantaba como una exhalación.
Imposible... Mirada atrás para comprobar la seguridad de la segunda plaza. Entro a meta completamente sin aliento, 8" por detrás de Carlos y 15" antes que Javi.
La sensación física final ha sido de completo estrujamiento hasta dejar en esa cuesta la ultimísima gota de combustible que tenía ese día. Algo que no he experimentado, por una u otra razon, en todo el año. No obstante, la falta de confianza al atravesar las curvas más rápidas y las bajadas del segmento ciclista dejan un pequeño hueco en el cupo de satisfacción total.
Especial felicitación a Carlitos por luchador, corriendo con dolor y ganando con pundonor. Un auténtico hueso duro en esta modalidad del cross que no deja margen a ningun error en sus rivales.
Las fotos del poduim corresponden a la incomprensible categoría "élite", tanto en la prueba como en circuito provincial. No hubo podium general de la prueba.
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